Safari fósil: dinosaurios y búsqueda de fósiles en Marruecos

Marruecos posee uno de los yacimientos de fósiles más importantes del mundo. Wayne y yo (Estela) decidimos ponernos los zapatos de aventura y vivir la experiencia de un safari de fósiles en Marruecos. En nuestro extraordinario viaje descubrimos muchos minerales, huesos de dinosaurios y fósiles increíbles. Viajamos por el pintoresco paisaje desértico del Sahara en el este de Marruecos, exploramos Marrakech, montamos en camellos por el desierto y visitamos a las familias bereberes locales.

Decidimos crear un diario para ayudar a los aventureros curiosos que estén interesados en realizar un viaje de búsqueda de fósiles en Marruecos.

Safari fósil: excavaciones en busca de dinosaurios en Marruecos - Diario

Gracias a la empresa Epic Zagora Tour, hemos vivido una experiencia muy cultural y completa en busca de dinosaurios y fósiles. Nos han proporcionado la mejor aventura de fósiles, un alojamiento estupendo, una comida local deliciosa y una aventura inolvidable.

Es importante tener en cuenta que, cuando se viaja a Marruecos para realizar un recorrido en busca de fósiles y visitar tierras reclamadas, las empresas de viajes deben pedir permiso a las familias para realizar excavaciones en sus propiedades. Esto puede llevar un poco de tiempo organizarlo, ya que sus sistemas de telecomunicaciones no son avanzados. Asegúrese de reservar con anticipación. También disfrutamos de dar buenos comentarios a las familias que visitamos, ya que amablemente nos permitieron realizar un recorrido especial por sus minas.

Si alguna vez te preguntas qué esperar en un viaje de búsqueda de fósiles en Marruecos, lee nuestra auténtica experiencia cultural marroquí.

Día 1 | 26 de junio de 2017 – Las primeras impresiones de Marruecos

Llegamos a Marruecos a las 22:00 horas del 26 de junio. El tiempo era perfecto, 30 grados centígrados (86 Fahrenheit). La primera impresión fue la amabilidad de la gente, las calles son amplias y están bien iluminadas. El taxista nos mostró la división de la ciudad nueva y la antigua, lo cual fue interesante. Mientras tomábamos el camino hacia nuestro hotel, notamos que había gente por todas partes. Estaba increíblemente lleno de gente, ya que miles de personas salen por la noche debido a las temperaturas más frescas. Llegamos a nuestro hotel 'Ksar Anika', ubicado en la antigua ciudad de Medina, Marrakech. El lugar es increíble, parecía un palacio y el diseño parece de siglos de antigüedad. La habitación y la arquitectura deben haber sido construidas para la realeza.

Día 2 | 27 de junio de 2017 – El zoco local y Yves Saint Laurent

Nuestro desayuno de las 8:00 a. m. consistió en pan crujiente, condimentos de mermelada de naranja, mantequilla pura, aceitunas negras y verdes, té y café, preparados al lado de la piscina. Visitamos un mercado (zoco) llamado Plaza Jamaa el Fna, que estaba desierto a las 10:30 a. m. debido al calor.

Después del zoco, viajamos en taxi hasta el famoso Le Jardin Majorelle, la casa del famoso diseñador de moda francés, que donó el lugar al gobierno marroquí cuando murió en 2008. Nos refrescamos con una bebida única que combina aguacate, almendra, miel, jugo de naranja y lima en su cafetería.

Conocimos a un local, Hichma, que nos recomendó visitar la tienda de especias de su familia, llamada Herboristerie Lamlih. Compramos jabones, aceite de argán, incienso, piedra de alumbre y tomamos té con él. El té era una mezcla de flores, muy original pero refrescante. Hichma nos regaló un material arcilloso que utilizan los nativos de la zona y también arcilla pómez para suavizar los pies.

Por la noche volvimos al zoco (el mercado). Vimos muchos fósiles de amonitas, pero lamentablemente eran falsos. Para los turistas desprevenidos, no se dejen engañar por estas reproducciones de fósiles en los mercados locales.

Al regresar a nuestro hotel, preparamos con entusiasmo nuestras maletas para el gran safari de caza de fósiles que comienza al día siguiente.

Día 3 | 28 de junio de 2017 – El Alto Atlas y la búsqueda de fósiles

Comienza la aventura de la búsqueda de fósiles. A las 8 de la mañana nos recogió nuestro conductor y nuestra primera parada fue Er-Rissani, un pueblo en el este de Marruecos. Hicimos muchas fotos mientras viajábamos a Al Haouz-Touama, las montañas Zerkten, las montañas del Alto Atlas y Tizi n-Tichka. Observamos depósitos de mineral de hierro en la superficie de las montañas. Curiosamente, también encontramos piedras preciosas de hematita durante nuestra parada en Tizi n-Tichka. ¡Marruecos está lleno de minerales!

Después de Tizi n-Tichka, fuimos a Ourzazate y decidimos dirigirnos a la mina de sal de Pasha el Galoui. La mina se llama de Sel. Nos detuvimos a un lado de la carretera y vimos algunos cristales de sal que se formaban junto al arroyo. Al llegar a la mina, vimos muchas formaciones de sal interesantes. Fue increíble ver agua dentro de la cueva. El agua tenía un color verde claro muy fresco.

Por el camino pasamos por la famosa ciudad de Kazbah, Ourzazate, a la que llaman el Hollywood de África. Este lugar fue utilizado como escenario de películas como La Momia, Juego de Tronos, Indiana Jones, El rey Tut, Cleopatra y Alibaba y los 40 ladrones. Este lugar es Ksarof Ait-Ben-Haddou (el Hollywood de África). Ourzazate, Tarmigt. Ourzazate es el mayor productor de energía solar del mundo. Esto sigue siendo el Alto Atlas, donde no se pueden encontrar minas ni fósiles.

Luego nos dirigimos a Zagora (Tansifte), donde el paisaje es absolutamente impresionante. Paramos a almorzar en el pequeño pueblo de Agdz, donde la temperatura exterior era de 49 grados (120 Fahrenheit).

Pasamos por Oued en el valle del Draa. A la salida de Ourzazate se encuentra el comienzo del Anti Atlas, donde se pueden encontrar minas llenas de piedras preciosas, minerales y fósiles de dinosaurios. Este es también el lugar donde se extraen grandes depósitos de plata. Está situado en medio del desierto del Sahara (Hamada es el final de Marruecos, frontera con Argel). En Merzouga se pueden encontrar minerales y piedras preciosas como la barita, la azurita y la malaquita.

Pasamos por Imi-n-Wassif, que significa "La Puerta del Río", donde encontramos algunos fósiles asombrosos, como amonitas, que parecen conchas en forma de espiral, y trilobites, que son criaturas marinas con un caparazón duro y una columna vertebral. La zona en la que encontramos estos fósiles era un terreno llano. La ubicación hizo que fuera un lugar fácil para excavar en busca de trilobites. A pesar de que los lugareños han trabajado en esta zona, Wayne tuvo suerte de encontrar algunos. Wayne llevaba un pañuelo en la cabeza llamado chach o zzif y descubrimos que funciona bien para protegernos la cabeza del sol y las tormentas de polvo durante todo el viaje.

Paramos en Zagora para alojarnos en nuestro hotel llamado La Fibule. Nos dijeron que los camellos en Marruecos solo tenían una joroba, no dos. Los camellos se llaman dromedarios. La joroba contiene tejido graso y no agua, como nos habían hecho creer.

Día 4 | 29 de junio de 2017 - Abundancia de fósiles de tribolitas y amonitas

Salimos de Zagora muy temprano por la mañana. La primera mina fue Ait Boudaoud. Fuimos al yacimiento cámbrico, famoso por el trilobite calimino en Emi Nou Asif (mird). Estos tribolitos son grandes y amarillos. También visitamos el yacimiento de fósiles del periodo ordiviciano. Después de excavar un rato, no pudimos encontrar ningún tribolito en esta zona.

Luego nos dirigimos a otra mina en medio del desierto del Sahara. Salah encontró un solo árbol de acacia sin hojas en medio de la nada. Esta vez eran las 9:30 de la mañana y hacía 38 grados. Salah desenrolló una alfombra debajo del árbol de acacia y comenzó a prepararnos el desayuno con pepino fresco, pan, queso y un poco de jugo de frutas.

Después del desayuno visitamos otro sitio de montaña. El dueño del sitio tiene un buen lugar para que Wayne excave en busca de fósiles. Wayne estaba feliz de finalmente descubrir algunos trilobites y amonitas. Estaba exhausto después de escalar una montaña empinada hasta la cima. Los últimos 10 metros fueron aterradores porque la roca se desmoronaba bajo sus pies mientras gateaba hasta la cima. La excavación no terminó hasta las 7 p. m., pero todavía estaba brillante y caluroso.

Había una franja de 200 kilómetros de árboles de dátiles que parecía un oasis. Era una vista hermosa en la ciudad de Tazarine. Nos dijeron que miles de familias viven de los dátiles y los higos. El municipio de Arnif, famoso por los hallazgos geológicos, es donde nos alojaremos por la noche. Llegamos al Hotel Meteorite. La entrada estaba llena de árboles de dátiles llenos de frutas. Disfrutamos mucho de los tajines para nuestra cena.

Día 5 | 30 de junio de 2017 – Una familia Beber, nómadas y más hallazgos fósiles

Salimos a las 8 de la mañana y nos dirigimos desde Alnif hacia el anti-Atlas: Achbarou, la ciudad más antigua, con más de 4000 años de antigüedad. Paramos en las montañas de Issimour, que están llenas de fósiles de tribolita. En las cuevas bajo las altas montañas vivían muchas familias bereberes. La tribu se llama Aifa-tta. Me quedé en el coche mientras Wayne y nuestros dos guías seguían excavando en la ladera de la montaña.

Conocimos a un nómada local, cuyo padre tiene derechos sobre esta mina y le dio permiso a Wayne para buscar fósiles. Wayne encontró trilobites, facops laminados, amonitas rojas y trilobites devónicos en la montaña llamada Lalla Mimouna. Luego, en Jbel Mdawar, encontraron fósiles de goniatitas devónicos.

Nos detuvimos junto al pozo de agua donde los nómadas recogen agua y Salah había cortado algunas sandías para nosotros porque hacía mucho calor. Los nómadas siempre llevan cabras y perros con ellos. Los perros les sirven para protegerse de los lobos cuando van a buscar agua de los pozos.

Paramos en Wihlane donde compramos algunos fósiles y huesos de dinosaurios. El Anti Atlas solía estar conectado durante la era paleontológica. La roca de estas montañas se llama Azrou.

La familia bereber local nos invitó a tomar el té con ellos. Nos mostraron dónde viven. Los bereberes tienen una habitación especial para recibir a sus invitados, decorada opulentamente con las mejores alfombras bereberes y hermosos azulejos. Tienen un patio dentro de la casa que tiene un recinto cuadrado lleno de árboles de dátiles, palmeras y verduras. Había otro recinto para sus cabras y otras mascotas. Wayne compró algunos fósiles asombrosos de la familia y estaban muy felices.

Nos detuvimos en una montaña a lo largo de Es Sfalat donde vimos más fósiles de ortoceras , amonitas y otros. Pudimos ver fácilmente los fósiles descubiertos. Caminamos sobre ellos mientras subíamos la montaña. Tuvimos que lavar la tierra con agua para ver claramente los fósiles que estaban en el suelo. Había muchos amonitas y ortoceras.

Wayne decidió coger el pico y excavar entre los ortoceros. Rápidamente se dio cuenta de que el pico y la pala no eran lo suficientemente fuertes como para romper los duros fósiles. Sin embargo, Wayne siguió intentándolo, pero no tuvo éxito. El pico no paraba de rebotar y hacía un sonido extraño, como si estuviera a punto de romperse. Ahora sabemos lo difícil que puede ser sacar estos ortoceros del suelo.

De la nada, este viejo nómada con su bicicleta nos saludó y nos mostró su colección de collares de fósiles. Un gran mérito para este tipo, así que le compré dos colgantes de fósiles. Este nómada vive dentro de una cueva en la montaña. Le doy el 110% por su esfuerzo de montar su bicicleta y vendernos a kilómetros de la civilización en el desierto del Sahara. Nos señaló dónde estaba su cueva debajo de la montaña lejana, apenas podíamos ver la entrada de la cueva donde vive.

A 40 kilómetros de Merzouga hay un pueblo llamado Er Rissani, donde vive nuestro conductor Salah. Su familia nos está preparando un almuerzo típico bereber, que consiste en pan, tajine, una pizza bereber especial, frutas y, por supuesto, un poco de té de menta caliente. Tenía una casa preciosa y la hospitalidad era desbordante.

Más tarde nos dirigimos a Merzouga Erg Chebbi en las mágicas dunas de arena del desierto del Sahara. El recorrido de los fósiles nos llevó a las dunas de arena de Et Taous, donde nos esperaban los dromedarios, camellos con una sola joroba.

Mientras nos topamos con una pequeña tormenta de arena cuesta arriba a través de las dunas, notamos algunas tiendas nómadas construidas dentro de las dunas. Capturamos fotos de la increíble puesta de sol marroquí en el paseo en camello. Fue emocionante, el viaje fue inestable, pero los dromedarios se comportaron bien. Qué experiencia increíble montar en dromedario en el desierto del Sahara. El hermoso hotel en el que nos alojamos se llama Riad Dar Hassan, ubicado en Merzouga.

Día 6 | 1 de julio de 2017 – Huesos de dinosaurio y un pastel de cumpleaños

Salimos de nuestro hotel muy temprano por la mañana. ¡Es mi 66 cumpleaños, más vale que sea mi día! Mbarek, nuestro guía turístico, se puso en contacto con un nómada yidir local. Tenía derecho a una mina llamada Ebagaa o como la llaman los lugareños "La montaña de los dinosaurios" debido a la cantidad de fósiles de dinosaurios encontrados en la zona. Nuestro guía turístico había pedido previamente permiso para visitar Ebagaa y el nómada tuvo la amabilidad de llevarnos a un recorrido de fósiles por su mina.

La familia de Yidir se remonta a varias generaciones como nómadas. Los nómadas se refugian en las montañas y cavan cuevas para vivir. Los antepasados de Yadir llegaron a esta montaña y encontraron algunos huesos de dinosaurio mientras excavaban. Reclamaron la mina y prepararon su equipo para extraer más fósiles.

Nos encontramos con este nómada que nos esperaba en su moto en medio del desierto. Fue una subida empinada hasta la cima de su montaña. Yidir nos mostró exactamente cómo extraía las minas. El equipo básico de minería consistía en una linterna a batería, una pala, un pico, una carretilla y un pañuelo envolvente en la cabeza como casco. Yidir ayudó a Wayne a cavar lentamente a través de las pequeñas aberturas de la cueva y después de horas de estar boca abajo, finalmente encontró un pequeño diente de dinosaurio . ¡Wayne se volvió loco!

Entonces Yidir animó a Wayne a cavar lentamente un poco más porque si encuentra un diente, habrá más en los alrededores del lugar donde Wayne está cavando. Wayne encontró varios dientes de dinosaurio esa mañana.

Es importante tener en cuenta que la cueva tiene un techo de arenisca, el suelo no es estable y es muy inseguro. La cueva era tan pequeña que había que gatear en cuatro patas y cavar con cuidado para encontrar algunos fósiles. Había una delgada franja dentro de la cueva, de unos pocos centímetros de profundidad, que contenía fósiles de dinosaurios. Wayne estaba muy emocionado y de muy buen humor.

Después de Ebagaa, nos invitaron a tomar el té en casa de Yidir. El pueblo de Yidir es Lbigaa, al sur de Merzouga, el último pueblo de Marruecos que está en la frontera entre Marruecos y Argel. Nos sirvieron té de menta caliente, pasteles, aceitunas, pan, sirope de dátiles e higos recién recogidos que estaban muy dulces.

Yidir nos mostró su colección de huesos, dientes y otros fósiles de dinosaurios que había extraído de las montañas. Había fósiles de dinosaurios por todas partes. Los ojos de Wayne se abrieron de par en par cuando vio la increíble colección. Se los ofreció a Wayne y Wayne estuvo feliz de comprar algunos de sus objetos. Había una garra de dinosaurio raptor completamente intacta, que era el orgullo y la alegría de este nómada. Había encontrado esta garra de raptor hace muchos años, pero, por supuesto, solo se desprendería de ella si le ofrecieran un muy buen precio. Dejamos a Yidir y nos dirigimos hacia Marrakech.

Mientras conducíamos por el desierto nos topamos con un lugar donde la gente tiene un spa de arena. Este spa es diferente de los que conocemos. Cavan hoyos en la arena para que la gente se meta en ellos y luego te cubren completamente con arena. Se dice que este proceso ayuda a desintoxicar el cuerpo. Wayne y yo no podíamos creer lo intenso que parecía. Con la combinación de las altas temperaturas y la arena caliente, es posible que no podamos sobrevivir a esta experiencia de spa de arena.

Había un niño pequeño sosteniendo en sus brazos al animal más pequeño del desierto del Sahara, llamado zorro fénec. Tuve la suerte de poder posar para una foto con una anciana nómada en su tienda de campaña.

De camino a Marrakech, paramos en el restaurante Tinghir, en Ourzazate, para almorzar por mi cumpleaños. Hacía 48 grados (118 grados Fahrenheit) y decidimos echarnos una siesta rápida en una habitación de viajeros.

Continuamos por la carretera de nuevo. Pasamos por Imidir, la mina más grande de toda África que produce plata. Paramos en Todgha Georges y encontramos un oasis mágico donde el agua cristalina fluye a través de las rocas formando un río. Es un lugar muy popular para que los lugareños se refresquen. Los lugareños también colocan sandías en el río para que actúen como un refrigerador natural. Increíblemente, este lugar es una verdadera sorpresa, viniendo del desierto del Sahara. Paramos en el Hotel Ecobio Hotel en Boumalendadas. Este es el lugar donde Wayne pidió una tarta para mi cumpleaños, lo cual fue una maravillosa sorpresa. La palabra tarta en bereber es Maskouta.

Día 7 | 2 de julio de 2017 – ¿Has probado a comer un cactus?

El último día de nuestro recorrido de búsqueda de fósiles, nos despertamos muy temprano por la mañana (5 am) para ver algunos lugares más antes de regresar a casa. Nuestros guías turísticos querían mostrarnos más gargantas y también una montaña llamada Toes of the Monkeys/ Monkey Feet/ Monkey Toes.

Regresamos a nuestro hotel a las 7:30 para desayunar y después partimos hacia Marrakech. Paramos en el Valle de las Rosas en Kelaat M' Gouna. Las rosas florecen en abril y producen una fragancia increíble.

Nos detuvimos en un pueblo en el camino y probamos el fruto del nopal (Opuntia ficus-indica). Nos sorprendió que fuera muy dulce, fragante y realmente refrescante.

Llegamos a Ksar Anika en Marrakech alrededor de las 3 p. m. Empacamos y envolvimos de manera segura todos los fósiles, dientes y huesos de dinosaurios para enviarlos de regreso a casa. Fue increíble ver todas las cosas que recolectamos en nuestro recorrido de búsqueda de fósiles. Nos despertamos temprano para regresar a casa, a Australia. Nuestro safari de fósiles en Marruecos es una experiencia divertida e inolvidable que vale la pena repetir.

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